Días de Color Pastel: Fortaleciendo el Alma con Resiliencia y Fe

No siempre es fácil ser positiva y sonreír.Hay días de colores pastel... Son esos días que no son arcoíris, pero tampoco llegan a ser grises, ¿sabes cómo?Esos en los que agradeces a Dios por un día más de vida, por tu familia y tu salud, pero en tu corazón hay un hueco; algo agobia tu mente, y aunque tratas de no rendirte, es difícil estar de pie. Sin embargo, no puedes flaquear, pues si se cae el pilar, todo se viene abajo.

Días en los que miras atrás y piensas: ¿qué hice mal? ¿Será que, en verdad, lo estoy haciendo bien?¿Y cómo puedo saber la diferencia? 🤔

Hoy es un día de color pastel, en el que los ojos se inundan, pero el corazón está lleno de fe, y sé que mi Dios no me suelta de su mano.Hoy es un día en el que, una vez más, ¡no debemos rendirnos!

Por esto insisto en la importancia de ser resiliente. La vida nos plantea momentos desafiantes, esos días en los que la fortaleza parece flaquear. Sin embargo, al practicar la resiliencia, aprendemos a mantenernos firmes, a adaptarnos y a ver cada desafío como una oportunidad para crecer.

Ser resiliente no significa negar lo que sentimos o hacer como si todo estuviera bien. Es aceptar que hay días oscuros y que también existen días pastel, regulares, imperfectos, en los que nuestros colores no son tan brillantes, pero aún así, avanzamos con esperanza. Es mirar cada día con el compromiso de levantarnos, de no dejarnos vencer y de recordar que, aunque el camino parezca incierto, siempre hay una fuerza interna que nos impulsa.

Hoy, más que nunca, es fundamental recordar que cada paso cuenta, y que cada vez que elegimos no rendirnos, estamos construyendo nuestra mejor versión.

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Maggymoda